lunes, noviembre 27, 2006

Carta a la Casi-presidenta

Querida Casi-presidenta:

Hace tiempo que tenía ganas de escribirle esta carta, pero no encontraba la manera de hacerlo sin que sonara a despedida. Los nombramientos de los últimos días han provocado que su imagen me venga a la cabeza y el recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue aflore en mi mente como un recuerdo, entonces esperanzador y ahora desvanecido.



Durante varios meses el nombre de Montserrat Tura sonó alto y claro como candidata a ostentar el primer puesto de las listas socialistas para las autonómicas catalanas. Pero llegó un momento en que su nombre dejó de escucharse en las tertulias políticas para dejar paso a la masculinización de las elecciones y el ir y venir de camisas con corbata. El porqué de su misteriosa desaparición me resulta incomprensible, más aún cuando es sabido que es una de las consejeras mejor valoradas de la última legislatura, incluso desempeñando un cargo de escaso lucimiento como la Consejería de Interior.

Mañana se desvelará la incógnita de su futuro político en la escena catalana, aunque todo parece apuntar que su nombre tampoco estará entre los elegidos. Sin embargo, no quisiera despedirme sin comentarle que su periplo por la primera línea política ha dejado huella en la persona que hoy le escribe, humildemente, para desearle que tanto el presente como la historia le hagan justicia. Para mí, será siempre la Muy Honorable Casi-presidenta de la Generalitat, porque el hecho de haberlo podido ser ya tiene un imborrable mérito en el subconsciente colectivo de esta sociedad.

Le saluda atentamente,

La casi-votante

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